La principal diferencia entre las bombas de calor de fuente de aire con inversor y las bombas de calor de velocidad fija radica en el control del compresor. Las bombas de calor de fuente de aire con inversor utilizan tecnología de inversor de CC, y el compresor puede funcionar dentro de un cierto rango de frecuencia según la demanda de calefacción, generalmente de 20 Hz a 120 Hz.
A diferencia de los sistemas tradicionales, que necesitan encenderse y apagarse con frecuencia, las bombas de calor de fuente de aire con inversor de CC ajustan continuamente la potencia para reducir las pérdidas de energía causadas por los arranques y paradas repetidos. Esto no solo mejora la eficiencia operativa de la bomba de calor de fuente de aire, sino que también reduce el estrés en los componentes, mejorando así la durabilidad.
Según el informe "Eficiencia Energética 2023" de la Agencia Internacional de Energía, los sistemas basados en inversores pueden proporcionar entre un 20 y un 35% más de eficiencia estacional que los sistemas de velocidad fija en condiciones climáticas europeas.
La principal diferencia entre las bombas de calor de fuente de aire con inversor y las bombas de calor de velocidad fija radica en el control del compresor. Las bombas de calor de fuente de aire con inversor utilizan tecnología de inversor de CC, y el compresor puede funcionar dentro de un cierto rango de frecuencia según la demanda de calefacción, generalmente de 20 Hz a 120 Hz.
A diferencia de los sistemas tradicionales, que necesitan encenderse y apagarse con frecuencia, las bombas de calor de fuente de aire con inversor de CC ajustan continuamente la potencia para reducir las pérdidas de energía causadas por los arranques y paradas repetidos. Esto no solo mejora la eficiencia operativa de la bomba de calor de fuente de aire, sino que también reduce el estrés en los componentes, mejorando así la durabilidad.
Según el informe "Eficiencia Energética 2023" de la Agencia Internacional de Energía, los sistemas basados en inversores pueden proporcionar entre un 20 y un 35% más de eficiencia estacional que los sistemas de velocidad fija en condiciones climáticas europeas.